Capítulo 28
-Está bien. Puedo cambiarme de ropa. Si sigues así, también te mojarás-
-¡Estoy bien!-
-Y no servirá de nada limpiar cosas como esta-
Solo entonces, Aria se dio cuenta de su pobre estado por lo que su rostro se puso pálido.
'' ¡Oh Dios mío! ¡Oh no!''
Había pensado que ese día sería un buen día, pero lo había arruinado todo solo por regar el jardín. Si hubiera regresado a su habitación, todo habría estado bien. Sin embargo, todo había sido arruinado por su necesidad de refrescarse del calor.
-Bueno, lo siento mucho ... -
''¿Este pequeño error lo enojará y hará que me rechace como lo hizo en el pasado? ¿Salvará a Mielle? ¿No sería inútil pasar por esa horrible experiencia para que me corten la cabeza otra vez? ¿Soy yo quien va a volver a meterse en el barro de nuevo? Pensé que si todo lo demás fallaba todo saldría igual porque tendría en mis manos a Oscar, vería a Mielle desesperada, ¡pero cómo podría haber cometido un error tan ridículo y estúpido!"
El inesperado accidente paralizó su mente y su corazón. No podía ocultar sus manos temblorosas, simplemente pronunciando una disculpa.
'' ¿Por qué vendrías ahora?"
Estaba tan frustrada que el calor se acumuló en sus ojos.
"¿Por qué entraste cuando estaba rociando agua en el jardín al que que nadie entra?"
Por supuesto, el jardín había sido diseñado para permitir que los invitados entraran y salieran libremente, pero básicamente, era educado ser escoltado por un sirviente cuando alguien se movía a través de la mansión de otro.
-Todo está bien. Es mi culpa por entrar sin previo aviso.-
Oscar también aceptó fácilmente la disculpa de Aria al darse cuenta de su error. Solo entonces, Aria exhaló un aliento aliviado que había estado sofocando su corazón. Había estado tan nerviosa que no había parpadeado en absoluto, así que cuando el alivio la inundó, se frotó los ojos.
Luego, Oscar que la estaba viendo preguntó con sorpresa
- ¿Estás llorando?-
-… ¿Si?-
"¿Estoy llorando? ¿Yo? ¿He llorado alguna vez?"
No, ella no. Cuando su madre murió, ella había sentido resentimiento porque la había dejado sola en el mundo.Había escupido sangre justo antes de que le cortaran la lengua y le cortaran la cabeza, pero no había derramado ninguna lágrima. Más bien, ella había odiado y maldecido al mundo frente al mal.
Los ojos de Aria estaban rojos mientras bajaba las manos preguntándose porque. La razón de sus lágrimas fue porque sus ojos ardían por el calor.
Oscar, que la miró con los ojos muy abiertos a pesar de que su cabello estaba goteando agua, parecía preocupado.
''Oh, esta es la verdadera personalidad de Oscar''
Siempre mantuvo una expresión rígida, pero ahora parecía preocupado. Ella no lo sabía porque no le había hablado bien.
Ahora que lo pienso, cada vez que Aria había sido mala con Mielle, él la miraba fijamente. No parecía tener afecto por Mielle, pero antes había sido muy frío con Aria. Ese día, él había sido lo contrario ...
"Por eso mismo me ofreció un asiento incluso cuando llegué tarde a la hora del almuerzo".
El corazón de Aria se aceleró con emoción, sintiendo como si hubiera captado su debilidad de alguna manera.
Aria, cuya boca estaba a punto de sonreír, logró reprimir sus emociones y negó con la cabeza.
-¡No no no! Sé que cometí un error ... Toma mi pañuelo.-
'' ¡Que suertuda soy!''
Pudo entregarle su pañuelo a Oscar solo porque había decidido llevarlo.
Una vez que tomara ese pañuelo, no sería capaz de devolvérselo, de la misma manera que había sido engañado por el truco superficial de Mielle en el pasado.
Oscar miró con vergüenza el pañuelo de Aria. Era, de todas las cosas, un pañuelo. Aunque dudó, no había otra manera, así que recibió el pañuelo de Aria y se limpió el cabello y la camisa, que estaban lo suficientemente húmedos como para adherirse a su piel.
Exprimió el agua del pañuelo mojado varias veces y la desdobló. El bordado, que era pequeño, había sido colocado en una esquina del pañuelo, pero la rosa dorada se destacó ante sus ojos porque no había otros patrones.
-Eso.. -
... ¡El sello de la familia Frederick! Era claramente el sello de la familia del duque, diferente de una rosa ordinaria.
¿Cómo llegó a estar en su poder?
Aria se sonrojó, dudó y respondió la pregunta silenciosa.
-Lo hice porque es un hermoso sello. Eres el primer invitado que recibo en la mansión, así que lo hice solo para guardarlo para mí ... ¿Eso te desagrada?-
-No lo creo…-
Fue muy significativo recibir un pañuelo bordado con un sello familiar de una mujer. Uno pequeña usualmente era entregada al caballero que acompañaba a una dama a un banquete, y uno grande a un amante o esposo.
Además, debido a que el sello de cada familia noble era una flor, los hombres comenzaron a cortejar dando flores que coincidían con el sello de la familia de la mujer, y recibieron a cambio un pañuelo bordado con el sello de la familia del hombre.
Entregar un pañuelo sin ningún patrón también fue un acto de interés para la otra persona, y una mujer aristocrática ordinaria tuvo cuidado de hacerlo con precaución.
'' ¿Cómo va a reaccionar?''
Incluso si tuviera un significado profundo, no habría nada más vergonzoso que devolverle el pañuelo después de recibirlo. Era más educado y de sentido común no devolver el pañuelo, incluso si debía ser encerrado en un cajón.
Y tuvo que devolver un favor por un pañuelo.
"¿Cómo reaccionaria Mielle si lo ve?"
Su corazón latía rápido. Los golpes contra su pecho y su cuerpo tembloroso la vencieron mientras esperaba la decisión de Oscar.
El se quedó mirando el bordado de Aria durante mucho tiempo, un pañuelo bordado con el sello de su familia, que le había regalado una dama que había conocido por primera vez además aquella dama estaba justo frente a sus ojos.
Aria no hizo ninguna expresión tonta para atraerlo o prestarle atención. Ella simplemente expresó su timidez acerca de que el hombre de la familia de la rosa bordada había visto el pañuelo. De esa manera, estaría menos agobiado por su elección.
Agarró el pañuelo mojado en su mano sin decir una palabra. Si no quería escapar del sentido común y la cortesía, preguntó
-¿Puedo llevarlo conmigo?-
Más y más del pasado de Mielle se convirtió en el suyo, y su propio pasado se estaba convirtiendo en el de Mielle.
Aria sonrió brillantemente y respondió
-¡Por supuesto!-
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