Capítulo 9: El valor de la vida
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Un par de redondos ojos rojos la miraron atentamente mientras la bruja hablaba sería al bebé dragón.
-Y el fuego que hiciste antes, no lo muestres cuando haya alguien más. Tienes que tenerlo en cuenta-
-Si...-
-Y nadie debe descubrir que eres un dragón y no un ser humano. Especialmente ese hombre de antes, nunca debe descubrirlo. Esa es la condición si quieres estar conmigo. ¿Qué dices, quieres hacerlo?-
-¿Los dos juntos?-
-Si. Juntos-
-Lo haré!-
El niño asintió al instante y sus labios se curvaron en una sonrisa.
-Mi nombre es Noah así que llamame Noah, No me llames maestra-
-Noah...-
La esperanza llenó al niño, pensando que le iban a dar un nombre. Sin embargo, la bruja inmediatamente extinguió su optimismo.
-Eso no significa que te daré un nombre ahora. No voy a imprimirme contigo-
Los ojos brillantes del niño perdieron su brillo. Por lo que Eleonora culpable, sostuvo al niño en sus brazos y lo metió en la cama, murmurando.
-Pero estaré contigo por el momento-
-......¿De Verdad?-
-Sí, dejaré que te quedes conmigo hasta que sientas que eres lo suficientemente capaz de volar a los confines del mundo-
"Me estoy durmiendo. Anoche dormí profundamente, pero creo que últimamente me he sentido un poco débil"
La bruja abrazó al niño cálidamente y levantó la manta para cubrirlo.
-Y observame mientras estás conmigo, y luego toma una decisión. ¿Soy realmente un ser humano digno de ser tu maestra?-
-Pero...-
-No permitiré más objeciones y un niño como tú no debería estar despierto hasta el amanecer. Cierra los ojos ahora. Vamos a dormir. Noah está muy cansada-
La bruja charló, cerrando los ojos, tratando de despejar su mente de los pensamientos sobre el hombre que dejó en algún lugar de su sala de estar.
-Si no vas a dormir ... no me molestes ...-
Y con eso, se durmió.
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A Kyle Leonard le llevó solo media hora salir de los grilletes de las extrañas mantas y cortinas que lo atrapaban. La magia de Eleonora Asil era muy tenaz como su maestra.
-Molesto...-
Leonard solo pudo liberarse de su hechizo después de cortar las mantas y las cortinas en pedazos.
Solo entonces vio la casa de la bruja.
La cabaña de Eleonora Asil era una pequeña y simple casa de dos pisos. En comparación con las magníficas mansiones de Tezeba, estaba en mal estado.
Además, estaba desordenada.
Kyle Leonard habia visitado la mansión de Eleonora varias veces.
La elegante palabra "visita" puede ser cierta, pero la cantidad de personas que la han allanado para esposarle más de diez veces. De todos modos, la mansión que vio en ese momento estaba inmensamente limpia y libre de polvo, evitando que su conciencia pisase el suelo.
Por otro lado, esta casa tiene todo tipo de muebles distribuidos por la sala de estar.
El investigador simplemente se rió y recogió cucharones, tijeras, cuchillos de cocina, etc., frente a él. El cuchillo de cocina rebotó en el aire, apuntando exactamente hacia él, que se estremeció en el aire misteriosamente.
-Miles de productos ilegales-
Leonard esquivó casualmente el ataque amenazante de la herramienta de cocina con una ligera inclinación. El cuchillo de cocina golpeó la pared en su lugar.
Desde su punto de vista, la cabaña de Eleonora estaba cerrada completo.
Leonard mantuvo la guardia alta y se movió con cautela.
Todo en la casa de la bruja está encantado con su magia. No sabía qué horrible magia yace arrastrándose esperando atraparlo, en una casa aparentemente ordinaria.
El investigador aún temblaba al recordar el tiempo que había estado deambulando por Laurent durante unos dos meses para recoger una trampa para ratas que casi le había cortado el tobillo.
La horquilla, que se decía que rizaba el cabello, quemó el cabello de docenas de nobles. También hay varios jóvenes con quemaduras fatales en el cuello. Incluso entonces, ella era una mujer que había caído en desgracia; no había tiempo para estar tranquilo.
Sin embargo, excepto por el ataque del cuchillo de cocina, la sala estaba tan quieta. Leonard miró alrededor de la pequeña cocina y algunas de las habitaciones dentro de la sala de estar y se dio cuenta de que la casa en su conjunto era un área muy desordenada y sin orden alguno.
A sus ojos, la limpieza era el primer valor de la vida, por que el era un maestro de la limpieza
'Esta casa era tan buena como una jungla'
Su cara se arrugó.
'¿Sería el segundo piso igual al primero?'
La mujer, Eleonora que lo ató con mantas y cortinas, bostezó y subió las escaleras. El niño que encontró frente al lugar del carnicero debe haber ido con ella, pensó.
Leonard subió las escaleras sigilosamente.
Eleonora parecía pensar que su única arma era un revólver, pero estaba equivocada. Era un hombre que vivía con todo tipo de armas escondidas en cada esquina de su cuerpo, especialmente cuando trataba con alguien como ella.
Se paró frente a la puerta al final de las escaleras, presionando suavemente la daga que colgaba del interior de su uniforme para poder tomarla en cualquier momento.
La puerta estaba abierta.
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Traducción: nadesskho
Corrección: nadesskho
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